Al igual que ocurrió hace 30 años (¿o ya han pasado 40?) con la aparición de los ordenadores personales, los mejores preparados participarán con cierta ventaja en un mercado laboral cada vez más convulso.
Podemos pensar que nuestros hijos ya están inmersos en este mundo tecnológico. Con cinco años manejan con soltura la tablet o el smartphone y participan en juegos y redes sociales. Teclear con el pulgar en una Blackberry, gesticular para sacar el máximo partido de un App o utilizar un teclado tradicional no supone para ellos ningún problema.
Y, sin embargo, todas estas competencias no resultarán suficientes para lo que se nos viene encima (es una forma de hablar, yo estoy encantado). Van a necesitar un conocimiento mucho más profundo de la tecnología y,en particular, de la informática y la robótica.
No me refiero a la informática más conocida (aunque sea por las películas): un programador marginado pasando noches en vela elaborando complicados algoritmos, escribiendo interminables líneas de código, empleando lenguajes de programación sólo aptos para iniciados. Hablo de herramientas mucho más intuitivas y visuales que permiten, con unas pocas interacciones, conseguir que un robot baile al son de tu canción preferida, crear tu propio juego o, ya con un poco más de esfuerzo, configurar tu propio ordenador.
Decía Steve Jobs: "todo el mundo debería a programar porque enseña a pensar" y, por si aín no estáis convencidos, os dejo un fantástico vídeo en el que hablan sobre el tema algunas de esas personas importantes de la informática (la mitad por debajo de los 30)
Lego MindStorms
Seguramente has compartido con tus hijos un buen montón de horas para construir un coche, una casa o una ciudad entera con piezas de Lego. Pero quizás no sepas que también puedes ayudarles a crear su propio robot. Y no uno cualquiera sino una maravilla tecnológica dotada de sensores de ultrasonidos, lectores ópticos, sensores táctiles o servo-motores.
Lo más increíble de este producto es que es capaz de atraer la atención de niños desde los 5 años y de avezados programadores con 30 años de experiencia o, incluso, de los investigadores de las universidades más prestigiosas.
MindStorms es un kit de construcción que viene con un buen número de piezas de Lego (Lego Technic), algunas tradicionales y otras diseñadas específicamente para construir robots (son de las de tamaño estándar así que el niño necesita una cierta destreza manual), un pequeño ordenador (en su última versión se le conoce como un "bloque EV Inteligente"), varios sensores y algunos motores.
Combinando todos estos elementos podrá construir una serpiente que repte por la casa, un escorpión que ataque a sus muñecos o un humanoide que ande por la habitación (ver algunos productos). Son piezas de Lego así que las posibilidades sólo dependen de tu imaginación (o la de tu hijo, seguramente en esto también te superará). Puedes ver algunos robots hechos por aficionados AQUÏ.
Sea como fuere, todos ellos serán capaces de desplazarse, detectar obstáculos, responder ante sonidos, reconocer colores básicos y podrán hablar con tu hijo y conectarse a un ordenador, a una tablet o a un smartphone para recibir y enviar datos.
Desde el ordenador podrás también programar el robot para que reaccione cuando encuentre un obstáculo, se ponga a bailar al escuchar una palmada o active un brazo robótico para golpear una pelota azul. Y todo con un sencillo entorno visual que puede manejar un niño de 10 años sin ningún problema (lo digo por propia experiencia).
Como una imagen vale más que mil palabras y un vídeo más que mil imágenes, os dejo aquí uno con algunos de estos robots en acción:
Como ya os he comentado, Lego Mindstorms es más que un juguete, tu hijo se lo pasará bien y tú mejor si te gusta esto de la robótica. Os dejo otro vídeo con un uso mucho más avanzado de este producto:
También puede interesaros este artículo del Smithsonian sobre unos investigadores que controlan un robot de Lego mediante un programa que simula las conexiones entre las 302 neuronas de un gusano. En el vídeo que acompaña al artículo podemos ver como el ingenio se mueve sin ningún programa específico que lo controle, sólo gracias a las "decisiones" tomadas por ese mínimos número de neuronas.
Si te lo puedes permitir (hay versiones desde los 200 euros aunque adquirir un buen robot con todas las capacidades te costará casi 400), ésta es la mejor opción para introducir a tu hijo en la informática y la robótica. Programar un ordenador puede resultar interesante pero poder crear y controlar un robot es un juego apasionante al que pocos niños podrán resistirse (al menos durante las dos primeras horas, luego ya sabemos...).
Y si todo falla, no tendrás más remedio que ser tú el que te veas obligado a disfrutar de este ¿juguete?
ROBOTIS DREAMS
Siguiendo con la robótica, la compañía coreana tiene toda una línea de productos orientados a los más pequeños: los Robotis, más conocidos por Ollo, su denominación original.
Hay cuatro niveles disponibles que van ofreciendo elementos cada vez más avanzados. Desde un simple motor en el primer nivel hasta servomotores, conexiones bluetooth y diferentes tipos de sensores en los siguientes.
Al ser un sistema modular, es posible ir mejorando las capacidades de los robots poco a poco y así ir viendo como el niño evoluciona. Además, evitamos así realizar una inversión inicial tan elevado.
Comentar también que es posible programar los robots utilizando el software RoboPlus y que la marca también ofrece robots mucho más avanzados como Bioloid, Dynamixel o Darwin
Os dejo un simpático vídeo de unas competiciones de robots desarrollados por niños japoneses:
MOSS (MODULAR ROBOTICS)
Para terminar con esta sección dedicada a la robótica, una última recomendación más cara que las anteriores y algo más compleja pero realmente interesante.
Son una serie de bloques que realizan algunas funciones básicas y que se conectan entre sí mediante esferas magnéticas. Con tres, los bloques quedan perfectamente anclados, con una o dos se consigue cierto grado de movimiento.
En cuanto a los bloques funcionales, tenemos proveedores de energía, otros para transferir datos desde los diferentes sensores y otros para provocar acciones.
MOSS dispone de algunos kits educativos especialmente diseñados para trabajar en clase con varios grupos de alumnos
SCRATCH
Scratch es un producto totalmente gratuito creado por el MIT que puedes utilizar directamente desde Internet sin necesidad de instalación alguna.
Más orientado al mundo de la programación, permite a los chavales crear sus propios juegos desde Internet para uno o varios jugadores, compartirlos con sus amigos e incluso adaptar a su gusto los desarrollados por otros. También permite crear historias y fantásticas animaciones. En palabras de sus autores, que yo comparto:
"Scratch ayuda a los jóvenes a aprender a pensar creativamente, razonar sistemáticamente, y trabajar colaborativamente — habilidades esenciales para la vida en el siglo XXI."
Para crear un juego dispones de un sencillo pero completo lenguaje de programación visual muy parecido al utilizado por Lego. Bucles, sentencias condicionales, operadores lógicos, variables e interacciones con el teclado y otros periféricos se realizan con facilidad "enganchando" diferentes bloques (en la imagen aparece uno de ellos correspondiente a "foreever", un bucle infinito). Mediante ellos podrás hacer que los sprites (para entendernos, los muñecos protagonistas de juegos e historias) se muevan por la pantalla, cambien de forma, hablen o interactúen con el jugador y los objetos que dispongas en el escenario.
Además, los niños pueden compartir sus proyectos, trabajar en ellos conjuntamente o hacer copias de los desarrollados por otros para adaptarlos a sus gustos. Os dejo un vídeo que explica todo esto en unos pocos minutos. Si os parece complicado, creedme a vuestros hijos no se lo parecerá:
En la misma línea que Scratch existen otros sistemas bastante interesantes que se pueden probar de forma gratuita aunque tienen un coste. Entre ellos podemos destacar Construc2 y Stencyl. Ambos te permiten crear divertidos juegos sin conocimientos de programación y publicarlos en casi cualquier plataforma incluyendo Google Play o Apple Store.
CODESPELLS
Si con Scratch programar se convierte en un juego, con CodeSpells se aprende, literalmente, a programar jugando.
CodeSpells es, en realidad, un vídeojuego social en primera persona de fantasía, magia y brujería en el que los jugadores deben ir creando hechizos para ir avanzando. Con ellos podrán modificar el mundo a su antojo creando montañas, desplazando objetos o manipulando la tierra, el aire o el fuego.
La gran innovación consiste en que, para crear nuevos hechizos, deben utilizar el lenguaje Blocky (muy similar en su forma de manejo a los dos expuestos anteriormente y apto para edades entre 8 y 18 años) creado por Google o directamente en Javascript. Así, a medida que avanzan en el mundo virtual, van adquiriendo los conceptos básicos de programación (más información...).
Aunque quizás no sea el mejor modo de empezar (la versión actualmente disponible no es demasiado atractiva y ya no dispone de soporte), merece la pena seguir a este proyecto (o incluso financiarlo a través de KickStarter). La nueva versión del videojuego (alfa) saldrá este mismo Diciembre y se irá desarrollando a lo largo de 2015. Como podréis comprobar en el vídeo, el entorno de trabajo será mucho más amigable y el juego más espectacular visualmente:
LIGHTBOT
En la misma línea, y con un entorno de trabajo mucho más asentado y fácil de manejar, tenéis LightBot, un juego para PCs y dispositivos móviles en el que el niño tendrá que ir realizando pequeños programas para conseguir que un simpático robot supere los diferentes niveles.
En este caso, tu hijo sólo necesitará ir encadenando unos cuantos iconos de apariencia inocente aunque tras ellos se esconda todo un entorno de programación.
Comandos para realizar movimientos simples (desplazamientos, giros, saltos) se combinan con otros para tomar decisiones, entrar en bucles o agrupar diferentes acciones en procedimientos.
KANO
Hace no demasiado, apareció en el mercado un pequeño ordenador (en su versión A+ mide 6,5 cm, como una tarjeta de crédito) conocido como Raspberry PI impulsado por algunos docentes de la Universidad de Cambridge preocupados por el bajo nivel exhibido por los estudiantes de informática que asistían a sus clases.
Raspberry ha reducido el concepto del ordenador al mínimo, eliminando todas las partes superfluas como el ratón, el teclado o la pantalla. Vamos que tras adquirir uno de ellos, recibirás una pequeña caja con poco más que una placa base en su interior.
Quizás te decepcione en un primer momento, pero no te preocupes. sólo te habrá costado 36 dólares (la versión B+, la más potente). Por tan nimia cantidad, tendrás en tus manos un ordenador completamente funcional con un procesador que corre a 700 MHz , 4 puertos USB, conector HDMI, una tarjeta de sonido, otra de red y podrás incluso insertar tus tarjetas Micro SD. Y todo sobre Linux. En definitiva, todo un ordenador con capacidades similares a la XBOX (más información...).
El producto es un tanto rústico y, en consecuencia, poco adecuado para dar los primeros pasos en informática. Quizás por ello, KANO tiene su nicho en el mercado.
Por algo más de dinero (cerca de 150 dólares), recibirás una Raspberry B cómodamente instalada en una caja junto con un teclado inalámbrico, un altavoz y conector WiFi. Podrás también instalar KANO OS, una versión completamente funcional de Linux específicamente diseñada para este dispositivo.
Aunque parezca mentira, todo en KANO está pensado para introducir a niños o jóvenes en la informática y la programación. A través de sencillos tutoriales se irán exponiendo las funciones básicas de KANO y proponiendo algunos proyectos. Echadle un vistazo a este vídeo promocional:
EN MI OPINIÓN...
Si tienes presupuesto, Lego MindStorms o Robotis me parecen las opciones más interesante. Puedes comenzar construyendo el robot, lo cuál está al alcance de cualquier niño, y luego, poco a poco, ir enseñando a tu hijo (o aprendiendo tú, nunca es tarde) a programar algunas acciones sencillas. El entorno de programación de MindStorms es completamente visual y viene acompañado de unos muy bien diseñados tutoriales. Con unas pocos movimientos del ratón podrás hacer que el robot avance hacia donde tú quieras y pegue un grito cuando se encuentre con algún obstáculo. Poder interactuar con el entorno es siempre el mejor estímulo.
Si no está a tu alcance o, simplemente, prefieres primero comprobar si tu hijo se interesara por esto de la tecnología, prueba con Scratch. No hay robot, pero es realmente sencillo hacer un juego a partir de unas cuantas fotos familiares. Puedes, por ejemplo, crear un personaje con la foto de tu hijo y hacer que te persiga a través de unas cuantas pantallas.
Lighbot es la opción más sencilla aunque, para mi gusto, es demasiado visual. Tras unas pocas horas jugando, los niños entenderán como funciona un programa y la forma en qué es posible descomponer una tarea en pasos más elementales (algo fundamental en la informática), pero pronto el entorno se queda corto y se hace demasiado repetitivo. Es, sin embargo, un buena forma para atraer su atención antes de optar por sistemas más avanzados como Scratch.
CodeSpells es más una promesa. Merece la pena estar al tanto de su evolución en estos próximos meses aunque quizás sea más adecuado para niños algo mayores (quizás 10 o 12 años) que ya hayan tenido algún contacto con la programación.
Si continúan interesados y quieren seguir avanzando, KANO primero y Raspberry después (o Raspberry directamente) son las siguientes opciones. Aunque parecen juguetes, no lo son. No hay nada que un ordenador comercial pueda hacer que no sea posible con estos dos pequeños dispositivos. No disponen de tanta memoria y son algo más lentos pero también son más flexibles.
Comentaros por último, que diversas empresas ofrecen talleres para iniciar a niños de todas las edades en la programación. Algunos son gratuitos como los ofrecidos por Telefónica dentro de su programa Talentum Schools. Lo más frecuente es que estén basados en Scratch pero también podéis encontrarlos de Lego MindStorms o Lightbot. Es una buena alternativa para actividades extra-escolares o una buena propuesta para que los talleres sean organizados por el propio centro educativo (más información...). Más recientemente, la Universidad de Las Palmas ha lanzado el proyecto CodeCraft por el cuál se introduce a niños en el mundo de la programación mediante el popular juego Mineraft
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Buenas Kico.
ResponderEliminarTengo niños pequeños y he probado algunas de las cosas que comentas. Lo que más atención ha despertado en mis niños ha sido scratch, dentro de lo que es una aplicación informática. No obstante, tenemos una mejor experiencia con otros dos productos que no mencionas.
Por una parte Construct2, que es una especie de IDE on line (html5) para crear juegos. Es tan sencillo de utilizar como Scratch, pero para mi gusto tiene la ventaja de estar más orientado a desarrollar juegos rápidamente, con lo que consigue atraer la atención de los niños durante más tiempo.
Lo otro es como una versión reducida (y más barata) de Lego Mindstorms. Son la serie de robots programables de Ollo (ahora se llaman Robot Dreams. Tiene varios niveles. El primero simplemente incluye un motor eléctrico y piezas para construir distintos modelos de robot simples. El tercero permite programar el robot desde el ordenador.
La experiencia con ambos, muy buena.
Pues nada más.
Saludos.
Fran
Mil gracias Fran por las recomendaciones. Si no te importa, las incluiré en el artículo.
ResponderEliminar¡Interesante post! Una manera que puede ser interesante de introducir a tus hijos en la tecnología es a través de una tablet. En ella se pueden instalar bloqueadores de páginas para adultos, para que tus hijos únicamente vean contenido para niños.
ResponderEliminarEstudiar informática y robótica en modalidad e-learning ofrece acceso flexible a conocimientos de vanguardia desde cualquier lugar. Es una ventana abierta a la revolución tecnológica, donde la distancia no limita el aprendizaje.
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