La innovación es un proceso curioso. Los grandes inventos parecen provenir de ideas geniales que surgen de la nada en los momentos más inesperados. Ya sabéis, Arquímedes en la bañera, Newton y su manzana, Vicky el Vikingo siempre saliendo airoso de cualquier situación gracias a su ingenio.
La Innovación Disruptiva entra dentro de esta categoría. Este concepto, introducido por Clayton Christensen en 1997 en su libro "The Innovation Dilema", se refiere a productos desarrollados sin grandes pretensiones pero que, rápidamente, acaban dominando y transformando el mercado. Facebook creó una nueva forma de comunicación, Skype aprovechó la Voz IP para enfrentarse a las poderosas operadoras de telefonía, WhatsApp terminó con el negocio de los SMS. No hablemos ya de Apple cuando, en su momento, lanzó al mercado los primeros iPod, iPhone e IPad.
La Innovación Evolutiva, por el contrario, se basa en el desarrollo progresivo de nuevas funcionalidades que van mejorando los productos existentes. La mayoría de las empresas se ven obligadas a practicar esta modalidad pues no pueden basar su estrategia en la irrupción de la genialidad. Les resulta más sencillo sistematizar y diversificar el proceso de innovación para mantener frescos los productos y seguir luchando en el mercado con la esperanza de que la próxima "idea féliz" surja en el seno de su organización y no en la competencia.
Y no es una mala estrategia. Fomentar, promover, incentivar, sistematizar la generación de ideas da resultados a corto y medio plazo y palia, en cierta manera, la incertidumbre inherente a la genialidad.
OPEN INNOVATION
Hasta hace unos pocos años, la principal fuente de innovación era interna. Las organizaciones ocultaban celosamente su estrategia de innovación dejándola en manos de grupos de expertos propios que, en el mejor de los casos, eran apoyados por empresas especializadas cuya participación quedaba blindaba por estrictos acuerdos de confidencialidad.
Las empresas también intentaban echar un ojo al exterior estableciendo procesos de Vigilancia Tecnológica o de Vigilancia Competitiva (más información...).
Sin embargo, un mercado cada vez más agresivo, acelerado y global ha obligado a las empresas a modificar estas estrategias proteccionistas buscando nuevas formas de innovación.
Entre ellas destaca "Open Innovation", un concepto acuñado por Henry Chesbrough en su libro homónimo publicado en 2003 (más información...). En sus propias palabras:
"Open Innovation is the use of purposive inflows and outflows of knowledge to accelerate internal innovation, and expand the markets for external use of innovation, respectively"
Las empresas ya no disponen del tiempo ni de los recursos suficientes para abarcar todas las áreas en las que operan. Deben, por tanto, recurrir a todos los canales posibles para promover la generación de ideas que puedan ofrecer un valor añadido a sus productos y servicios (Distributed Innovation).
Sin descartar los canales tradicionales (expertos internos, vigilancia del mercado), se busca favorecer la inteligencia colectiva a través de la colaboración, la apertura al exterior y la transparencia. Se busca, en definitiva, una innovación más distribuida, más participativa, más descentralizada. Se pretende así acelerar la puesta en el mercado de nuevos productos (Time-To-Market), reducir costes, aumentar la diferenciación.y obtener nuevas fuentes de ingresos.
En esta búsqueda de mecanismos que permitan combinar el conocimiento interno con el externo se establecen canales de colaboración con Universidades y Centros de Investigación, se adquieren licencias o patentes, se crean programas de partership o se establecen alianzas con empresas (incluso de la competencia) para compartir el riesgo, los costes y los beneficios. De igual manera, se exploran otros mercados lanzando joint-ventures y spin-offs para desarrollar productos que no formen parte del negocio principal (del core) de la compañía.
Más recientemente, se han creado nuevos canales de innovación buscando la participación de los empleados (bottom-up innovation), proveedores y clientes para compartir experiencias y generar ideas a través de la co-generación bien ofreciendo canales de comunicación en donde puedan valorar y proponer mejoras para los nuevos productos antes de su lanzamiento bien lanzando concursos públicos de ideas (más información...).
Dentro de la innovación tecnológica, también es frecuente ofrecer herramientas para que otras empresas y comunidades puedan mejorar sus productos y, con ellos, los propios. En este sentido destaca la apertura de la mayoría de los grandes actores del sector tecnológico. Cada vez es más habitual que parte o la totalidad del código fuente de los productos software (su principal activo) sea publicado en modalidad Open Source o que se ofrezcan APIs (Application Program Interface) y SDKs (Software Development Kit) para permitir, a una inmensa comunidad de programadores software, hacer evolucionar un cierto producto. También se ofrecen licencias gratuitas a universidades, centros educativos, particulares e investigadores en busca de nuevas innovaciones.
Apple y Google permiten a cualquier persona desarrollar Apps que exploten las capacidades de sus sistemas operativos (IOS y Android) y hagan más atractivos a los dispositivos móviles. Facebook y Twiter ofrecen APIs para que sus redes sociales puedan integrarse en otros productos y kits de desarrollo para, a través de aplicaciones de terceros, ofrecer un valor añadido y mejorar la experiencia de sus usuarios.
LOS NUEVOS CANALES DE INNOVACIÓN
Dentro de la estrategia de innovación se busca, como hemos dicho, sacar partido de la Inteligencia Colectiva y abrir (Open Innovation), diversificar (Distributed Innovation) y combinar los canales de innovación. Éstos son cada vez más dispares y sólo cobran sentido cuando son considerados en su conjunto.
Entre los canales internos, podemos destacar:
- Innovación Top-Down: la más habitual en el pasado a través de las ideas generadas por expertos propios.
- Innovación Bottom-Up: ofreciendo al conjunto de la organización canales para aportar ideas tanto para la mejora de procesos internos como de los productos y servicios que la empresa lanza al mercado.
- Peer-to-peer Innovation: contar con el apoyo de expertos externos (consultoras, universidades, centros de investigación, redes de investigadores o tecnológos) para promover la generación de nuevas ideas en la organización
- Benchmarking, Vigilancia Tecnológica y Competitiva para buscar inspiración en los avances tecnológicos y los productos que van apareciendo en el mercado
- Spin-Off y Joint Ventures: para explorar nuevos mercados
- Partnerships para compartir costes, riesgos y beneficios con otros empresas en el lanzamiento de nuevos productos
- Co-Generación: permitir a los clientes conocer y valorar nuevos productos antes de su lanzamiento, proponer ideas de mejora, etc.
- Licenciamiento a bajo coste (o publicar software bajo licencias abiertas) con el fin de que particulares, comunidades, empresas, universidades y centros de investigación exploren los productos, desarrollen nuevas funcionalidades o aporten un valor añadido
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