Basta considerar el potencial de transformación de algunas de las más conocidas como la Realidad Extendida, la Robótica, Internet de las Cosas, los Drones, los Vehículos Autónomos o la Inteligencia Artificial.
Sin embargo, será la confluencia de algunas de ellas la que realmente produzca cambios significativos en nuestras vidas.
En particular, la combinación entre la Inteligencia Artificial, 5G e IoT creará una nueva Internet de las Cosas Inteligentes, un entorno en donde nos veremos rodeados de todo tipo de artilugios inteligentes que serán capaces de reconocernos, comprender su entorno y entender qué les estamos pidiendo.
Nuestra ciudad, nuestro lugar de trabajo, nuestro hogar se volverán inteligentes para ofrecernos una interacción más natural con las máquinas y una experiencia de usuario totalmente personalizada.
Dice Bill Gates que tendemos a sobrevalorar el efecto a corto plazo de las nuevas tecnologías mientras que infravaloramos su impacto a largo plazo en la sociedad. Este mismo efecto lo muestra Gartner con claridad en el informe sobre las tendencias tecnológicas (Gartner Hype Cycle) que publica cada año. En él, divide la evolución de una tecnología en 5 fases (perdonadme, pero pierden mucho en español):
- Innovation Trigger,
- Peak of Inflated Expectations
- Trough of Desilumenent
- Slope of Enlightenment
- Plateau of Productivity
Pensad lo que está ocurriendo con la Inteligencia Artificial. Un día nos levantamos atemorizados ante el desarrollo de una Skynet que, en el mejor de los casos, nos dejará a todos sin trabajo para, al día siguiente, descubrir que el más avanzado de los sistemas inteligentes actuales no llega a la suela de los zapatos del intelecto de la mosca de la fruta.
Así que antes de crear falsas expectativas, me vais a permitir que emprendamos un extraño viaje de ida y vuelta, el que ha experimentado la Inteligencia Artificial en la última década.